Las metodologías ágiles de gestión de proyectos son aquellas que a través de la flexibilidad, comunicación y adaptación al cambio, permiten adaptar el desarrollo del proyecto y el entorno de trabajo a las circunstancias donde se lleva a cabo. Cada vez se habla más de los beneficios que aportan las metodologías ágiles en los proyectos: mejoran la productividad, ahorrando tiempo y costes, aumenta la motivación y el compromiso del equipo, la confianza y la comunicación entre los interesados, y se optimizan los flujos de trabajo trabajando a mayor velocidad y eficiencia, pero ¿como puedes aplicar las metodologías ágiles a tus proyectos?
Si eres de los que llevas tiempo gestionando proyectos y todavía no has dado el salto a utilizar metodologías ágiles, en este artículo te contamos por donde puedes comenzar a utilizar metodologías ágiles en tu empresa.
Un reto al que se enfrentan cada vez más empresas, directores, gerentes y oficinas de proyectos, es cuando quieren implantar las metodologías ágiles de gestion de proyectos (Scrum, Kanban o alguna otra). Existen miedos a dar el salto a lo desconocido, rechazos al cambio, barreras culturales dentro de la propia empresa, desconocimiento por parte de la dirección. Esto es algo habitual, por eso a continuación tienes algunas claves para comenzar a aplicar las metodologías ágiles a tus proyectos.
Establece tus necesidades en cuanto a qué metodología ágil de gestión de proyectos vas a utilizar.
Aunque se pueden aplicar metodologías ágiles de gestión de proyectos a una gran mayoría de proyectos, no todas las metodologías ágiles no todas las metodologías van a cubrir lo que necesitas. Lo que sirve para una empresa de desarrollo SW puede no ser igual de eficiente para una consultora medioambiental. Por eso, es importante que establezacas tus necesidades, qué quieres mejorar o soluciuonar utilizando metodologías ágiles, y una vez que tienes claro, determina cuales son las que mejor se adaptan a tu empresa. Una vez hecho esto, es el momento de valorar si puedes empezar a aplicarlas.
Selecciona un proyecto piloto para empezar.
Si actualmente estáis utilizando metodologías o buenas prácticas de Project Management predictivas, al empezar a utilizar metodologías ágiles tendréis la sensación de falta de planificación y pérdida de control, por eso te recomendamos que a la hora de seleccionar el proyecto piloto con el que comenzar elijas uno que no tenga una importancia estratégica alta, que tenga una complejidad baja o media si es posible y que el alcance esté poco definido o veas que pueda sufrir muchos cambios. Piensa también en proyectos donde os demanden resultados con rapidez a la hora de seleccionar el proyecto con el que comenzar a aplicar metodologías ágiles.
Fomenta la comunicación entre las personas de tu empresa.
Ya sabes lo importante que es el apoyo de la dirección y la comunicación y la confianza con los miembros del equipo. Tendrás que conseguir establecer un buen clima de trabajo, en el que destaque la comunicación y el diálogo, y la confianza. En metodologías ágiles el equipo toma una posición muy significativa ya que desaparece la figura del Jefe de Proyecto como tal, ese rol que controlaba todo lo que sucedía en el proyecto, deja de existir en metodologías ágiles. El equipo tiene un papel mucho más relevante. Un proyecto gestionado con metodologías ágiles requiere de un equipo multidisciplinar, auto-organizado y auto-gestionado, esto supone un choque para muchas organizaciones ya que supone tener mucha confianza e ir abandonando los sistemas rígidos, dirigidos y controlados. Entender y crear este tipo de equipos es muy importante. Si se consigue que todo el equipo tenga un objetivo común, unas relaciones entre iguales, comunicación clara y respeto, tendrás mucho camino andado.
Gestiona el rechazo al cambio.
Las personas nos gusta lo conocido y estar en la zona de confort, seguro que en más de una ocasión te has tenido que encontrar con el rechazo al cambio que ha provocado algún proyecto que has gestionado. El aplicar metodologías ágiles a tus proyectos supone un gran cambio en tu empresa, ya que afecta a la forma en la que se han estado haciendo las cosas durante años, por eso es muy importante que gestiones con mucho cuidado a los interesados que identifiques que puedan rechazarlo. Te recomendamos utilizar la matríz Interes/ Poder y que a partir de ella establezcas la estrategia adecuada para gestionar el rechazo al cambio. Si trabajas esto bien, es muy probable que alcances el éxito.
Métricas para la mejora continua.
Ya te hemos comentado las ventajas que tiene utilizar metodologías ágiles de gestión de proyectos en cuanto a conseguir mayor eficiencia y equipos más motivados y comprometidos, sin embargo, tanto la flexibilidad como la adaptación a los cambios, no elimina que en las metodologías ágiles también se mide, se analiza y por supuesto se aplica la mejora continua. Esto es algo que va a aportarte muchísimo en la mejora y en los resultados de tus proyectos. Para una gestión de proyectos eficiente, en las que se tomen decisiones con datos y no con decisiones aleatorias o cambios de prioridades sin sentido te ayudarán las métricas de las metodologías ágiles de gestión de proyectos.
https://beinn.es/blog/aplicar-las-metodologias-agiles-tus-proyectos/